María Esther Solabarrieta Aznar, nació en Caracas en el exilio de su familia tras la guerra civil. Su abuelo paterno fue Alcalde de Ondarroa en tiempos de la República y su abuelo materno Primer Consejero de Industria del Gobierno Vasco.
Es licenciada en Biología. Fue Diputada de Medio Ambiente y Acción Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia entre 1995 y 2003.
También ha sido Directora de Aguas (1991-1995) y Responsable del Servicio de Formación Ambiental (2003-2012) del Gobierno vasco.
Entre 2007 y 2011 participó en la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Ondarroa al frente del Area de Urbanismo y Medio Ambiente, y finalizó su carrera profesional como Jefa de la Oficina de las Cuencas Cantábricas Occidentales de la Agencia Vasca del Agua desde 2012 hasta 2018, año en el que se jubiló.
Está casada y tiene dos hijos. Desde su jubilación de dedica a ayudar al exilio venezolano en Euskadi
¿Cuál ha sido su participación en el desarrollo de las infraestructuras de gestión de residuos en Bizkaia?.
El diseño, elaboración, debate, incorporación de las aportaciones de los diferentes grupos políticos, colectivos sociales y de las 33.000 familias bizkainas que participaron en el programa de información y participación ciudadana y que culminaron en la aprobación del Plan Integral de Gestión de los residuos sólidos urbanos de Bizkaia 1997-2001. Fue un trabajo pionero e inédito.
Este Plan aportaba soluciones válidas, viables y contrastadas al grave problema social, económico y ambiental que teníamos con los residuos en Bizkaia. Asimismo, determinó las inversiones que precisaba Bizkaia aprobar en sus presupuestos generales para resolver el problema de los residuos
Y sobre todo en el Pleno monográfico de Juntas Generales de 26 de mayo de 1997, fecha en la que se aprobó el Plan con el 83% de los miembros de la Cámara lo resumí como: “Este es un Plan novedoso, riguroso, minucioso, prudente, flexible, realista y fruto del debate democrático”. Lo trabajamos mucho.
Posteriormente, en el 2002 presenté El Plan de Residuos Urbanos de Bizkaia 2002-2007 para su análisis y reflexión estableciendo los planes de actuación y compromiso de los sectores afectados: Instituciones, Empresas y Ciudadanos. Mi mandató concluyó antes de ser aprobado.
¿Cómo estábamos en gestión de residuos cuando empezó a trabajar en el tema?
Bizkaia el año 2014 había generado 411.000 toneladas de basura/año y éstas se habían tratado:
- 94% en Vertederos (Gordexola, Artigas, Jata, Amoroto e Igorre).
- 3,2% en Incineradoras (Aulesti, Bermeo y Arrasate)
- 2,8% en Reciclaje (vidrio, papel y pilas).
Es lo que se hacía, pero faltaba un plan serio de sensibilización medioambiental y de tratamiento de residuos moderno y europeo.
¿Cuál fue a su juicio su principal aportación?. ¿Cómo de satisfecha está de su trabajo? ¿Le quedó alguna frustración por algo que planeo o intentó hacer pero luego no logró culminar?.
Sin duda la principal aportación fue contar con un Plan Integral de Gestión para resolver el problema de las basuras en Bizkaia. Que cada quien no anduviese por su lado.
El grado de satisfacción lo señalaría como alto. Cuando finalicé mi mandato en 2003, e hice el balance de la gestión en esta área, pude comprobar que todo lo que habíamos aprobado, o bien estaba en marcha, como el caso de la Incineradora de Zabalgarbi en fase de pruebas, o bien habían sido finalizados y estaban en funcionamiento, lo que demostró que el Plan había sido diseñado teniendo los pies en la tierra.
Frustración no es exactamente lo que siento.
Si sentí un fuerte golpe al comprobar cuando desaparecí de escena, que conmigo también desapareció la mascota Garbi, que era un simpático perro para interesar a la población infantil. Había sido creada para poder hacer un trabajo de concienciación y sensibilización muy cercano. Acertamos con Jon, la persona elegida. Era un gran valor que tenía el Plan y se desechó como se desechan los residuos. No sé qué razones hubo para ello.
Otro de los temas que guardo en el recuerdo como desagradable fue el comportamiento del colectivo Bizkaia Bizirik que se dedicaba no solo a no escuchar sino a deleitarme constantemente con slogans como “Como miente la Diputada de Medio Ambiente”; “Incineradora, un muerto cada hora”. En los actos públicos a los que asistía porque me correspondía, tenía que estar con ocho ojos observando que no les ocurriese nada a mis hijos, pequeños todavía, y que no entendían aquellos coros de voces constantes. No puedo olvidar que existía ETA y que mi marido tenía asignada escolta. No fue fácil aguantar aquella presión constante.
¿Ha observado una evolución en cuanto a la concienciación de la sociedad respecto al reciclaje y tratamiento de residuos?.
Durante los años 1995-2003 puedo asegurar que la evolución fue espectacular.
En tan solo 8 años pasamos de reciclar un 2,8% a un 25%. Esto lógicamente se pudo lograr gracias a la ejecución de las infraestructuras necesarias, así como al Plan de comunicación que se aprobó y para el que conté con la inestimable ayuda de Garbi.
Soy una devota del reciclaje por lo que observo con mucho detalle el comportamiento de la ciudadanía hacia él. Estoy convencida de que todavía tenemos un amplio margen de crecimiento y quizás con un recordatorio cada cierto tiempo podríamos avanzar mucho más. No olvidemos que recibimos diariamente una lluvia de información y nuestro cerebro es selectivo por lo que hay que insistir.
¿Qué cree que falta, o qué pasos hay que dar a corto plazo, para que Bizkaia pueda seguir estando en la vanguardia internacional?.
Supongo que se estará trabajando en el III Plan Integral de Gestión de Residuos de Bizkaia y que éste contemplará lo relativo a la Economía Circular, tal y como a mí me tocó poner el foco en el aprovechamiento de los recursos materiales y de la energía contenido en los residuos establecido en 1992 en la Declaración de Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como AGENDA 21, aprobada en la Conferencia de Río de Janeiro.
¿Qué espera de un Congreso como el ISWA2019 que se va a celebrar en Bilbao el próximo mes de octubre?.
Que sea realmente práctico y que las conclusiones del mismo, se editen de forma muy sencilla y accesible a la población, en un documento que podría titularse “Euskadi y su guía de buenas prácticas en materia de residuos sólidos urbanos”. Os deseo mucho éxito.
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